ALABANZA A LA VIRGEN (Romano el Cantor)
Salve, tú que has llevado en tu seno al guía de los que yerran.
Salve, tú que has engendrado al liberador de los esclavos.
Salve, tú que pones de nuestra parte al justo Juez; salve, perdón del que ha negado y se ha arrepentido; salve, refugio del que desespera; salve, amor dominador de todos los deseos; salve esposa inmaculada.
Salve, sede infinita de Dios; salve puerta del augusto misterio; salve, advertencia no escuchada por los infieles; salve, gloria segura de los creyentes; salve, vehículo muy santo del que está por encima de los querubines; salve, morada perfecta del que está por encima de los serafines.
Salve, tú que has armonizado los contrarios con un mismo fin; salve, tú que has unido la virginidad y la maternidad; salve, tú que has disipado el pecado de Adán; salve, tú que has abierto el paraíso; salve, llave del reino de Cristo; salve esperanza de los bienes eternos; salve, esposa inmaculada.
Salve, morada de la sabiduría divina; salve, tesoro de la Providencia; salve, tú que muestras la ignorancia de los sabios; salve, tú que revelas la estupidez de los elocuentes; salve, pues los especuladores sutiles se han vuelto locos; salve, pues los mitos de los poetas se han marchitado; salve, tú que quebrantas los sofismas de los paganos; salve, tú que llenas las redes de los pescadores; salve, tú que sacas del abismo de la ignorancia; salve, tú que haces brillar la verdad para muchos.
Salve, barca de los que desean salvarse; salve, puerto de los navegantes de esta vida; salve, esposa inmaculada.
Salve, columna de la virginidad; salve, puerta de salvación; salve, iniciadora a la plenitud racional; salve, guía de la bondad divina.
Salve, tú que has dado una vida nueva a los que han sido engendrados en el error; salve, tú que has devuelto el sentido de la justicia a los que estaban privados de razón.
Salve, triunfadora de los que pervierten los espíritus; salve, madre de los que animan a la castidad; salve, lecho nupcial de bodas puras; salve, protectora de los que creen en el Señor; salve, tú que adornas las almas de los santos para las bodas místicas; salve, esposa inmaculada.
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