miércoles, 23 de junio de 2010

AMERICA CANTA A LA VIRGEN MARÍA


SI TU ME DICES: ¡VEN! (Amado Nervo - Mexico)

Si Tú me dices: "¡Ven!", lo dejo todo...
no volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...

Pero dímelo fuerte, de tal modo,
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lado
y hiera el corazón como una espada.

Si Tú me dices: "¡Ven!", todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario casi viejo
y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome, ¡oh, Madre, como un nardo
de perfume sutil ante tu altar!


martes, 22 de junio de 2010

SAN GINÉS DE ROMA

Fue un romano del siglo III. Según la tradición, Ginés, mientras representaba una comedia ante el emperador Diocleciano, se le ocurrió parodiar un bautismo que había presenciado unos días antes. Pero se produjo un milagro, y nada más recibir el agua, mientras realizaba la comedia se convirtió al cristianismo. Fue torturado y decapitado por Diocleciano el año 286.

Extendido en el caballete de tortura, desgarrado largamente por la uñas de hierro, quemado incluso por las antorchas, perseveró en la confesión de su fe.

Mientras era martirizado, decía:

"No hay otro Rey que el que yo he visto. A Él adoro, a Él rindo homenaje. Aun cuando me mataran mis veces por su culto, le permanecería siempre fiel como ahora. El nombre de Cristo está en mi alma y las torturas no podrán arrancarlo. Me arrepiento de mis errores pasados; me arrepiento de haber maldecido antaño este santo nombre en los hombres santos. Me arrepiento de haber llegado tan tarde, como soldado orgulloso, a adorar al verdadero Rey."

SANTA CRISTINA

Nació a finales del s. III en el seno de una familia pagana. Su padre era Gobernador romano y su madre de ascendencia real.

Conoció el cristianismo a escondidas en su casa a través del testimonio de los mártires interrogados por su padre.

Movida por la fe, cogió los ídolos de oro que su padre tenía en casa, los hizo pedazos y los distribuyó entre los pobres.

Este hecho irritó tanto a su padre que, para castigarla y hacerla desistir de su fe, la sometió a terribles tormentos: la mandó azotar; fue echada, atada a una piedra, a un lago, de donde fue sacada por un ángel; más tarde introducida en un horno encendido, donde permaneció intacta durante cinco días; etc., y finalmente clavada con flechas a un poste donde entrego su vida a Dios. Tenía ONCE AÑOS.

domingo, 20 de junio de 2010

ORACIONES DE LOS PADRES DE LA IGLESIA II


ALABANZA A LA VIRGEN (Romano el Cantor)


Salve, tú que has llevado en tu seno al guía de los que yerran.


Salve, tú que has engendrado al liberador de los esclavos.


Salve, tú que pones de nuestra parte al justo Juez; salve, perdón del que ha negado y se ha arrepentido; salve, refugio del que desespera; salve, amor dominador de todos los deseos; salve esposa inmaculada.


Salve, sede infinita de Dios; salve puerta del augusto misterio; salve, advertencia no escuchada por los infieles; salve, gloria segura de los creyentes; salve, vehículo muy santo del que está por encima de los querubines; salve, morada perfecta del que está por encima de los serafines.


Salve, tú que has armonizado los contrarios con un mismo fin; salve, tú que has unido la virginidad y la maternidad; salve, tú que has disipado el pecado de Adán; salve, tú que has abierto el paraíso; salve, llave del reino de Cristo; salve esperanza de los bienes eternos; salve, esposa inmaculada.


Salve, morada de la sabiduría divina; salve, tesoro de la Providencia; salve, tú que muestras la ignorancia de los sabios; salve, tú que revelas la estupidez de los elocuentes; salve, pues los especuladores sutiles se han vuelto locos; salve, pues los mitos de los poetas se han marchitado; salve, tú que quebrantas los sofismas de los paganos; salve, tú que llenas las redes de los pescadores; salve, tú que sacas del abismo de la ignorancia; salve, tú que haces brillar la verdad para muchos.


Salve, barca de los que desean salvarse; salve, puerto de los navegantes de esta vida; salve, esposa inmaculada.

Salve, columna de la virginidad; salve, puerta de salvación; salve, iniciadora a la plenitud racional; salve, guía de la bondad divina.

Salve, tú que has dado una vida nueva a los que han sido engendrados en el error; salve, tú que has devuelto el sentido de la justicia a los que estaban privados de razón.

Salve, triunfadora de los que pervierten los espíritus; salve, madre de los que animan a la castidad; salve, lecho nupcial de bodas puras; salve, protectora de los que creen en el Señor; salve, tú que adornas las almas de los santos para las bodas místicas; salve, esposa inmaculada.

martes, 15 de junio de 2010

QUINCE MINUTOS


En compañía de Jesús Sacramentado.


No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho: basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías al más íntimo de tus amigos, como hablarías a tu madre o a tu hermano.

(¿Necesitas hacerme, en favor de alguien, una súplica cualquiera?)
Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime enseguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho: no vaciles en pedir: me gustan los corazones generosos, que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quieras ver otra vez a tu lado. Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón; ¿y no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón ama?
(¿y para tí, no necesitas alguna gracia?)
Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades, y ven, léela en mi presencia. Dime francamente que sientes soberbia, amor a la sensualidad y el regalo; que eres, tal vez, egoísta, inconstante, negligente... y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para sacudir lejos de ti, tales miserias.
No te avergüences ¡pobre alma! ¿hay en el cielo tantos justos, tantos santos de primer orden, que tuvieros esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad..., y poco a poco, se vieron libres de ellos.
Ni menos, vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales: salud, memoria, éxito feliz en tus trabajos, negocios o estudios; todo eso puedo darte y lo doy y deseo que me lo pidas en cuanto no se oponga, antes favorezca y ayude, a tu santificación. Hoy por hoy, ¿qué necesitas? ¿qué puedo hacer por tu bien? ¡Si supieras los deseos que tengo de favorecerte!

(¿traes ahora mismo entre manos algún proyecto?)
Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué quieres que haga por tu hermano, por tu hermana, por tu amigo, por tu superior? ¿qué deseas hacer por ellos?
¿Y por Mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos a quienes amas mucho, y que viven quizá olvidados de Mí?
Dime qué cosa llama hor particularmente tu atención, qué anhelas mas vivamente y con qué medios cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa, y yo te diré las causas del mál éxito. ¿No quisieras que me interesase algo en tu favor? Hijo mío, soy dueño de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, a donde me place.

(¿sientes tristeza o mal humor?)
Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos los pormenores. ¿Quién te hirió? ¿quíen lastimó tu amor propio? ¿quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de Mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición.
¿Acaso tienes miedo? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías que no, por ser infundadas, dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi Providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.
¿Sientes desvío de parte de personas que antes te quisieron bien y ahora olvidadas se alejan de ti, sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado, si no han de ser obstáculo a tu santificación.

(¿y no tienes, tal vez, alguna alegría que comunicarme?)
¿Por qué no me haces partícipe de ella, como buen amigo? Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, ha consolado y hecho como sonreir a tu corazón. Quizá has tenido agradables sorpresas, quizá has visto disipados negros recelos, quizás has recibido buenas noticias; alguna muestra de cariño, has vencido alguna dificultad, o salido de algún lance apurado. Obra mía es todo esto, y yo te lo he proporcionado: ¿por qué no has de manifestarme por ello gratitud, y decirme sencillamente como hijo a su padre, "¡gracias Padre mío, gracias!" El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le gusta verse correspondido.

(¿tampoco tienes alguna promesa que hacerme?)
Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazón. A los hombres se los engaña facilmente, a Dios no; háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes firme resolución de no exponerte ya más a aquella ocasión de pecado? ¿de privarte de aquel objeto que te dañó? ¿de no leer más aquel libro que exaltó tu imaginación? ¿de no tratar más a aquella persona que turbó la paz de tu alma?
¿Volverás a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra persona, a quien por haberte faltado, has mirado hasta hoy como enemiga?

Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor y nuevos consuelos.

ORACIONES DE LOS PADRES DE LA IGLESIA I


REFUGIO DE LOS CRISTIANOS (Pablo el Monje)


Virgen Inmaculada, toda pura, libre de corrupción y de mancha, soberana, esposa de Dios. Por tu inefable alumbramiento has unido al Verbo de Dios con los hombres. Has acercado los cielos a nuestra raza, expulsada de allí.


Esperanza única de losdesesperados, socorro de los combatientes, protección segura de los que acuden a ti.


Refugio de los cristianos, no me desdeñes, aunque pecador y maldito. He abusado de mí mismo con pensamientos, palabras y acciones vergonzosas. Por pereza de voluntad me he convertido en esclavo de los placeres de la vida.


Pero tú, Madre de Dios, amante de los hombres, sé bondadosa y ten piedad de mí, pecador y pródigo.


Recibe la oración que sube hacia ti de mis labios impuros.


Confiada en tu amor maternal, calma a tu Hijo, nuestro Maestro y Señor para que me abra las enrañas de su amor compasivo. Que olvide mis innumdrables pecados y me haga observar fielmente sus mandamientos.


Asísteme siempre, tú, misericordiosa, compasiva y buena.


En esta vida, sé mi protección pronta, mi defensa y mi nmuro contra los ataques de mis enemigos, mi guía hacia la salvación. En el momento de la salida de este mundo, rodea con tu ayuda mi pobre alma y aleja de ella las sombías miradas de los malos espíritus.


En el día terrible del juicio, líbrame de la condenación eterna y hazme heredero de la gloria inefable de tu Hijo, nuestro Dios.


Que yo obtenga esta gracia, santísima Madre Dios, por tu mediación, por tu ayida, por la gracia y el amor de tu único Hijo, nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo.


A Él toda la gloria, honor y adoración con su Padre y con su Espíritu bueno, santo y dador de vida, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 9 de junio de 2010

MENSAJE DE LA VIRGEN MARIA REINA DE LA PAZ DEL 25 DE MAYO DE 2010


Medjugorje - Bosnia Herzegovina


"Queridos hijos: Dios os ha dado la gracia de vivir y de custoriar todo el bien que hay en vosotros y alrededor vuestro, y de alentar a otros a ser mejores y más santos, pero Satanás no duerme, y a través del modernismo os desvía y os conduce por su camino. Por eso, hijitos, en el amor hacia mi Corazón Inmaculado, amad a Dios sobre todas las cosas y vivid sus Mandamientos. Así, vuestra vida tendrá sentido y la paz reinará en la tierra. ¡Gracias por haber respondido a mi llmada!"





Reflexión del P. Francisco Ángel Verar Hernández
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Cada uno de los mensajes que la Madre de Dios da a la humanidad es importante. No hay uno más primordial que otro, porque todos vienen del Cielo. Pero hay que reconocer que el de este mes es especial.

A través de sus mensajes la Virgen acompaña, protege y anima la vida espiritual de cada uno de sus hijos. Por ello, nadie debe dejar de leerlos y meditarlos (mensualmente), sencillamente: porque son una ayuda del Cielo a favor de la salvación del alma y de la santidad del cristiano. Y el mensaje de este mes tiene como peculiaridad, la preparación para celebrar con gozo el XXIX Aniversario de la Primera Aparicion de la querida Madre en Medjugorje.

El mensaje de este 25 de mayo, mes de María -que nos viene al día siguiente de la Memoria de María Auxiliadora-, comienza diciendo: "Queridos hijos: Dios os ha dado la gracia de vivir y de custodiar todo el bien que hay en vosotros y alrededor vuestro." Esta expresión hace referencia a la gracia santificante que recibimos en el Bautismo, la Confirmación y a través de los demás sacramentos, como también, al amor especial que Dios Padre tiene y derrama en cada uno de sus hijos.

Es como si la Madre dijera: -Aunque vosotros le falléis a Dios: Él nunca os puede abandonar porque todos sois hijos suyos y siempre cuida de vosotros-. Porque es, precisamente, desde la Bondad de Dios, como se asimilan las gracias que Él derrama en todos. Dios nunca deja de amar al hombre, aunque éste le falle o le sea indiferente. María, al hablar de Su gracia, quiereque se tome conciencia de cuanto el Padre ama a todos y que por Su amor comunica continuamente Su ser al hombre, creado a Su imagen y semejanza (Gen,1:27). Y cuanto Dios comunica al hombre hay que apreciarlo y protegerlo como un especial tesoro. Por eso, no hay quien no sea responsable del don de la santidad que el Creador le otorga. Santa Rosa de Lima solía repetir: "Si los hombres supieran qué es vivir en gracia, no se asustarían de ningún sufrimiento y aguantarían con gusto cualquier pena, porque la gracia es fruto de la paciencia." Pero la realidad es que no todos los bautizados son conscientes de todas las gracias que Dios derrama sobre sus hijos, y no todos la custodian. La Virgen espera que todos cooperen con el Creador. ¡Que no le fallen! ¡Que todos cuiden el bien que está alrededor! La creación es un don de Dios y las obras del ser humano, bien encaminadas, también lo son. Entonces, para responder a esta invitación de María se debe hacer una labor de discernimiento y hacer un justo inventario de todo lo bueno que siempre acompaña al homnbre; sea cual fuere la circunstancia en la que vive. Dios que creó el mundo no deja de acompañarlo y sostenerlo con Su amor.

También el mensaje es una exhortación a colaborar con la santidad personal y la santidad de los demás. Y para una persona que está en gracia, que frecuentemente ora, que participa asiduamente de la eucaristia, que se confiesa cada mes... no le resultará difícil custoriar su santidad y la santidad de los demás Pero el problema se complica cuando se vive una especie de esquizofrenia espiritual, con la mente y el corazón divididos. Muchos quieren estar con Dios pero no sueltan el "mundo". Y por eso la Madre advierte, y dice algo que a muchos no les gustaría escuchar: "Satanás no duerme, y a través del modernismo os desvía y os conduce por su camino." Esta expresión es fuerte, pero más fuerte es lo que hace Satanás y como pasa por inadvertida su acción en el mundo y en la consciencia del hombre. La Escritura ensea que como "león rugiente anda buscando a quien devorar" (1Pe,5:8). Se recuerda que no ha habido un santo en la historia de la Iglesia, que no haya tenido que vérselas frente a frente al "príncipe del imperio del aire" (Ef,2:2), y se recuerda además, que mayor argucia es negarse así mismo, hacer creer que no existe o que no ejerce poder sobre las almas. Por lo que la Madre quiere que sus hijos estén en guarcia y que no se dejen engañar por el "homicida desde el principio... el padre de la mentira" (Jn,8:4). Entonces, María ha sido clara al avisarnos. No ha dicho directamente que el modernismo se amalo, sino que por medio de él, Satanás desvía y conduce a las almas por un camino errado. Lo que quiere decir que para salvaguardar el bien que se recibe por la gracia de Dios, hay que cuidarse del modernismo que el Maligno infiltra para desviar a cualquiera del camino de Jesús. ¿Qué puede haber en el modernismo que desvíe de la fe, del camino recto y pueda conducir a cualquiera por el camino de Satanás?

Para empezar, no se debe pensar directamente en el pecado sino en los elementos que el modernismo propone y que separan sutilmentede los proyectos de Dios. Porque es allí donde reside el guego del Maligno. Los fieles que intentan llevar una vida sana tienden a alejarse del pecado y de aquellas cosas que, según su criterio personal, ofenderían a Dios. Sin embargo, no todos se distancian del modernismo. El modernismo al que Maria se refiere no es la corriente del arte que surgió a fines del siglo XIX, o el movimiento teológico que se opone a la renovación posconciliar. Sino más bien un sistema de pensamiento contemporáneo que inmpone sus propias "verdades" como norma trascendental de conducta a la sociedad y a la razón, frente a cuando Dios ha revelado. Se trata de una especie de dictadura relativista que ya denunció Benedicto XVI en la homilía de las exequias de Juan Pablo II. Y todos somos vulnerables de caer en ella.

La Madre sabe que por el modernismo muchas almas se desvían, se separan del proyecto que Dios tiene para ellas y, por lo mismo, deja sentir su preocupación. Por lo que cada cual debe comenzar a examinar su conducta frente a esta corriente contemporánea...

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